LA CARRERA DEL ÁRBOL

Nuestro Emilio  de Running Rivas,  ha superado su lesión y ha echado a correr, el domingo estuvo en la Carrera del Árbol; esta es su crónica:.

Diez de la manaña de un día primaveral. 

Avenida Buenos Aires: dos mil corredores de negro abarrotando el asfalto y las tapias colindantes para estirar los isquios; los nervios; el calor de un día estival atípico; el polen como un niño travieso dando la bienvenida a la Carrera del Árbol.

Salida con quince minutos de retraso marcada por la sirena del coche de cabeza (la pistola se debió quedar atascada). El pequeño arco de salida nos obliga a utilizar los codos, tenemos poco espacio y los que salimos mejor situados nos  lanzados a tumba abierta a lo largo de la cuesta abajo inicial.

Si había algo en las calles madrileñas la mañana del domingo 3 de junio era polen a mansalva. Y os aseguro que he llegado a llorar de alegría con tanto polen aplaudiendo y llenando las aceras. No servían ni las gafas de sol para proteger los ojos. Y uno que es alérgico… menos mal que a alguien se le ocurrió inventar el ventolín.

El inicio algo durillo con la subida de la albufera, las músculos aún fríos, y la todavía rara sensación del asfalto golpeándote las plantas de los pies ante la falta de costumbre por usar zapatillas ligeras, colaboran en esa sensación de dureza.

Superada esta primera rampa, llanos y cuestas abajo en casi todo el recorrido para recobrar el resuello, estornudos, muchos estornudos, y también mucha gente con su barra del pan y el periódico bajo el brazo brindándonos ánimos domingueros que te empujan a apretar un poquito más.

En torno a 4,5km de carrera de barrio, con mucha participación, con increíbles carreras infantiles, con una bolsa del corredor interesante, y lo mejor de todo: marca personal de la temporada en 15:44 (a unos 3:45 de media), por lo que me voy a casa la mar de satisfecho.

Ah, se me olvidaba, si por algo se tiene el nombre que tiene la prueba, es porque entre los regalos a los corredores se incluye un pequeño árbol, que me ha permitido seguir disfrutando de los estornudos el resto de la mañana.

No, ahora en serio, una carrera bonita, especialmente para los más pequeños, a los que se les brinda un protagonismo importante, y que es el verdadero fuerte de esta prueba. (Emilio)