domingo, 27 de febrero de 2011

CARRERA DE LA ESPERANZA (Y NO LA AGUIRRE)



Pocos sitios son tan apetecibles de runnear como la Casa de Campo un domingo por la mañana. Si encima es por una buena causa, pues mejor. Segunda entrega de la Carrera contra las enfermedades raras. Buen motivo a mitad de temporada para probarse las sensaciones. Pero en nuestro caso como siempre estamos en estado permanente de "inicio de temporada", casi que diría que cada carrera es como si fuera la primera carrera y así nunca dejamos de sorprendernos a nosotros mismos.
Podríamos llevar una estrategia de carrera, con su precalentamiento, memorizados los pasos de tiempo por los kilómetros y todas esas cosas que cuentan en las revistas. Pero no, ahí estábamos, debajo del arco de salida, Santi, Estrella y yo mismo, llegando tarde después de un atasco de una hora, sin haber meado y sorprendiéndonos con la gente tan rara que corre.
Se da la salida y hacemos marca personal en 200 mts. Inmediatamente nos damos cuenta que nos quedan 4.800 mts para recuperarnos . Entonces empezamos a buscar distracciones para amortiguar la fatiga y el desánimo. (Como mola la camiseta de ese)(este árbol es de la clase...)(Pero como puede correr ese... con esa pinta).
Cuando queda como kilómetro y medio para la meta, el grupo con el que transitas, es un grupo estable, todos lleváis el mismo ritmo y con ellos llevas un buen rato. Los que iban deprisa van por delante y los que iban mas despacio, se quedaron atrás. De repente se genera un pacto de no agresión en el grupo, que nadie incremente el ritmo que lo llevamos de p.m. Y si nos ponen un contrato firmaríamos todos por llegar juntos.
Pero todo cambia cuando se ve el arco de llegada. Ahora parece que no nos conocemos, que si te he visto no me acuerdo y empiezan a esprintar como diciendo (Eh, que simplemente iba con vosotros para haceros de liebre) (pues a mí no me adelantas ni de coña) por detrás gente que no habías visto te pasan como una exhalación (joder, este ha salido detrás de un árbol). Y llegas a la meta pletórico y a los cinco minutos ya estás pensando que si hubieras llevado una estrategia hubiera sido la carrera más rápida. Pero que narices, ya habrá otras carreras para seguir sorprendiéndonos.
Para las estadísticas, decir que Estrella marco el puesto 11 en su categoría de 157. Santi rebajó más de dos minutos su registro anterior y yo catalogué más de 15 especies arbóreas durante el recorrido. SORPRENDENTE

lunes, 21 de febrero de 2011

GALAPAGOS(Barro hasta las orejas)



Requisitos indispensables para participar en el Canicross de Galapagar: Saber nadar y disfrutar de los tratamientos para la piel con barro. Una vez allí los mismos de siempre, esto ya es como una gran familia que pasa un día en el campo con comilona incluida.

La hora de la salida se acerca, en la reunión técnica nos informan de las normas de juego y el recorrido de la carrera, pasaremos al lado de una cruz, sí esta está en el punto más alto de la cuesta más inclinada, de la montaña más alta que jamás habíamos visto, o eso nos pareció a nosotros. Nos avisan también que todo está completamente enfangado, pero que no nos preocupáramos que al final del recorrido pasaríamos por un aclarado automático, sí en efecto para completar el recorrido deberíamos cruzar un río de unos 40 cm de profundidad y 3 o 4 metros de ancho, limpitos limpitos quedaríamos.

Comienza la carrera Yeicob y su fiel compañero Adrián salen escopetados, sin miedo a nada que se interpusiera en su camino, nosotros fieles espectadores nos escondemos como de costumbre, vemos a Adrián a lo lejos el primero, pero…. De repente el viento cambió de dirección, Yeicob ventea nos huele, a pesar de estar muy escondidos, y se sienta, no quiere seguir, muchos le adelantaron en ese momento, pero en esta ocasión Adrián no desiste y termina la carrera, no el primero pero tampoco el último (Prometemos no salir del coche la próxima vez).



Cambiamos los papeles, mejor dicho, los arneses de tiro, ahora soy yo quien está en la salida, asustada por la cruz, nos avisan que en la carrera popular no tendremos que subir a besarla pero que el río lo tendríamos que cruzar igualmente no fuera que mancháramos todo el pueblo de barro.

El Cross más bonito que he corrido nunca, nos acompañó el tiempo, la gente, los perros. Pero qué voy a decir yo, si es la primera vez que corro, pero espero que no la última.

(Miriam)