Como todos los años no faltamos a la cita de la SanSi. Nadie podía presagiar que el eslogan de la camiseta tuviera doble sentido ( cruza al otro lado). Bueno pues lo que quería decir es (cambia a natación). En la cabecera del río de Concha Espina, distribuidos en ambos márgenes Jaime González (33,07) 24 en la general 1º Junior se encaramó en la cresta de la primera ola que discurría por la Castellana, pasando entre baliza y baliza a tres minutos, desde aquí le damos el título de (Poseidón). Gamino y Risi, (37 ´)a varias yardas de distancia de Jaime, llegaron a puerto a velocidad crucero, se llevan el título (David Meca). Adrián y Santi empezarón juntos a nadar a braza, Adri cambió a crol y Santi intentó la mariposa y acabó buceando. Resultado Adri 46´(trofeo Phelps) Santi 53´(trofeo Araklana). El resto de los "sirenitas", más de una hora, calados hasta los calzoncillos, soportando el pedrisco por la subida la Albufera, con el agua hasta las rodillas por Atocha. Donde el único que iba seco era el que iba disfrazado de Mari Popins, con un paraguas que entraban cinco debajo. Donde los del disfraz de piragua hicieron un tiempazo. Cuando nos dieron la salida llevábamos tal calada que lo único que se escuchaba al cruzar la línea de salida era (chof,chof...).Hubo un momento que pensé que a lo mejor la carrera este año la habían transformado en triatlón y nos tocaba la parte de la ría, aunque con el paso de los kilómetros, casi que hubiera jurado que estaba en la bajada del Sella. Bueno no quiero enrollarme, para explicar que la prueba estuvo algo mojada y paso a resumir la carrera de los sirenitas. Antonio y Luis, desaparecieron como los barcos en las Bermudas, ni una señal( trofeo buscando a Nemo) . Javi y Estrella acabaron naufragando, mar adentro y llegaron en unos flotadores que les echaron en Vallecas ( Trofeo Ramón San Pedro). Santos y Eugenio bogaron como pudieron hasta la meta, iban tan calados que nos dejaron ni pasar al metro ( trofeo Ocean eleven).
Por lo demás de p. m. como siempre, para el próximo año aletas y gafas y que viva San Silvestre.
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