domingo, 8 de febrero de 2009


"Que el ritmo no pare..."
Hay carreras que se corren de menos a más, de más a menos, a ritmo constante(como el dios Gebre). Pero las más complicadas son las que por distintos motivos se desarrollan a intervalos. Esta fué la de Jaime, después de unos primeros mil metros a tope, vino la flaqueza, había que variar para no desfallecer y entonces empezaron a pasarle corredores, uno, otro.. Se empezó a hundir poco a poco. Pero Jaime es mucho Jaime, no se que se le pasó por la cabeza, calculó la distancia a meta, encontró el punto, recogió la zancada y la asentó fuerte en el barro. Tuvo fuerzas incluso para esprintar en los últimos metros, como manda el libro del buen atleta.
El puesto 17 es un gran puesto, pero la experiencia vivida del desfallecimiento superado, es un premio mucho mayor. Hoy Jaime ha crecido como atleta.