lunes, 26 de noviembre de 2007

LA CARRERA DE LOS VALIENTES

Sólo hay un adjetivo para calificar la carrera de Adrián, una verdadera machada. Serían unos veintitantos en la salida y desde el principio exibió su tarjeta de presentación, se puso en cabeza de carrera y tiró a lo Arturo Casado, no permitió que nadie le cortara el viento. A los 300 metros solo dos valientes le acompañaban el cuarto trotaba a más de 70 metros. En los 1000 metros ataca de nuevo en la subida al Joyfe, no quería nadie a su lado y pone tierra de por medio, que luego en la bajada recortarían.
Estaba corriendo 10 segundos por debajo de su marca y sentía que volaba. Ultimo kilómetro... , misma situación de carrera , nueva subida al Joyfe y esta vez le atacan a él. No lo consiente. Si había estado todo el tiempo en cabeza, no era el momento de arrugarse y vuelve a ponerse delante, "Arturo Casado había regresado".
De los 2,5 Km tan sólo quedaban 200 metros, podía tocar la curva de entrada a la pista del estadio. Pero algo pasó, sus piernas se volvieron pesadas, no respondían, sólo eran 200 metros pero le parecían 200 Km . No se lo podía creer había llegado hasta allí capitaneando el destacamento de los tres valientes y no podía atravesar el puente que le llevaría hasta la otra orilla.
Los perseguidores no daban crédito a lo que sucedía, habían hecho la carrera más rápida de sus vidas, con el permiso de su castigador y este ahora se apartaba a un lado para dejarlos pasar. Un quinto puesto en cualquier otra carrera le hubiera encantado, pero en esta que fue toda una épica, le supo a poco.
Solamente le asaltó una duda, ¿Como es el dios que me toca con su dedo y me da una fuerza extraordinaria para realizar la carrera y luego como por capricho, me la quita a falta de unos metros?

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