Otra escusa para juntarnos todos los amamtes del Atletismo. Temperatura agradable 12 a 15 grados. Barro pegajoso 5 a 7 cm en suela.El (colegio) Club Covibar dominó prácticamente todas la categorías.
Adrián despues de tres semanas en dique seco con sus vacaciones navideñas correspondientes, no albergaba grandes esperanzas, pero tomó la salida en una mermelada de cadetes e infantiles, donde pierdes la referencia de la categoría. La organización cantó por soleares y la primera vuelta les equivocó el circuito, aportando desconcierto e incertidunbre a los participantes.
Quedando la mitad de la carrera por realizar y una vez informados los corredores sobre la marcha del nuevo trazado,Adrian con buenas sensaciones empezó su carrera, tuvo que esquivar los codazos del dorsal 909, que era de una categoría superior, al intentar pasarle (Que pena me das 909, tu actitud denota impotencia, rabia, intransigencia, derrota. Y te acompañaran toda tu vida, al no ser que entiendas a tiempo la grandeza del atletismo, la grandeza de la vida). Progresó de menos a más, pasó al violento, luego a otro y otro, 2700 m no dan para más.
Entró sexto en la prueba, segundo en su categoría. Un carrerón para venir desde el turrón.
En la misma prueba, en categoría superior, su compañero de equipo Adrian Uguina, hizo un esplendido tercer puesto, Covibar arrasó. (El 909 con su frustración, entró de los últimos)
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