¡HACIA EL INFINITO Y MAS ALLA!

Todos esperábamos un buen resultado. Los más optimistas vaticinaban ¡Quedará entre los diez primeros!. Sólo el sabía que esa mañana sería muy especial, estaba a tope física y mentalmente. Enseguida cogió el grupo de cabeza, noveno de un grupo muy estirado, donde estaban mezclados los veteranos con los promesas. Entonces empezó su carrera, en cada cuesta adelantaba un puesto. Un plan frío y muy calculado que le llevaron a falta de 500 mts a un quinto puesto. Ultima cuesta, último cadáver. Al final cuarto en la general, tercero en su categoría, le faltaron 700 mts para proclamarse campeón absoluto. Alguno intentó darle caza, ¡imposible!, era el día de Jaime. En la misma carrera Gamino volvió a demostrar que su recuperación va por buen camino, no tardaremos en verle en el podio. En la entrega de trofeos junto a dos marroquíes alguien gritó. ¡El lugar hacia donde rezar, ya no está en la Meca, está en casa de Jaime! Algo nos hace presagiar, que esta frase cada vez tiene más sentido.