Running Rivas se va al extranjero

Nossa viagem começa cunado imaginamo-lo pela primeira vez, lá pelo mês de novembro. Running Rivas hermanados con el club de atletismo de Paracuellos, inicia la aventura de la  Meia Maratona de Lisboa. Santi, Estrella y Javi, acompañados por Maite, se embarcan en un vuelo nocturno hacia la capital lisboeta. Les acompañan seis runners del Paracuellos, capitaneados por María y como apoyo logístico, Julio, Ricardo y Olga.

Aterrizamos de madrugada en Lisboa y se produce el primer cambio de hora (zona/país) una hora menos. Desde el aeropuerto directamente a la feria del corredor a por los dorsales y unos pastelitos de Belén, después de efectuar varios giros prohibidos y saltarnos unos semáforos en rojo. O sabado dedicamo-lo a fazer turismo (Sintra- Palacio da Pena), comida y los RR a echarnos la siesta, para reponer fuerzas para el día siguiente. Los de Paracuellos aprovechan para ir a bañarse vestidos en el Atlántico, …  Lo que viene siendo: nos arrimamos tanto a la orilla que vino una ola y nos tapó.

Después de poner todo a secar, quedamos para la cena. Un clásico, pasta en un italiano. Se incorporan al grupo Clara y Mari, dos corredoras más del Paracuellos. Nos enteramos que la hora se vuelve a cambiar (zona/verano) una hora más.  Algunos móviles se han actualizado de forma automática, otros no. El caso es que el domingo varios del grupo se despiertan a las seis de la mañana, en vez de las siete, que era la correcta, incluso Santi duchado baja a desayunar y pide en recepción que le abran el comedor. Una vez informado de su entuerto, se sube a la habitación a seguir durmiendo.

Domingo pela manhã, 39.000 corredores dirigimos-nos à Ponte do 25 de Abril, de estos, 7.000 corren la media, entre ellos los RR, más Sandra y Clara del Paracuellos. Los españoles nos buscamos, guiados por los cánticos hispanos, Manolo Escobar, etc.  Nos encontramos un club de Córdoba con más de 30 miembros, aprovechamos para pintarnos la cara con la bandera de España y vociferar algún himno. Llegando a la salida, otros españoles, Club Atlético de la Birra (sin comentarios).

Casi 3 km de puente metálico sobre la desembocadura del Tajo, marcan el inicio de la carrera, la emoción nos inunda, acabo de encender mi  Ipod con toda la discografía del Sabina, suena Nos sobran los motivos. La carrera multitudinaria de 7 Km se lanza a continuación. La capitana María con Raquel, Fernando y Mari, un poco perjudicados por las lesiones, optan por esta distancia, Luis con gripe, no llega a tomar la salida.

Atravessar a ponte tem algo de mágico, a cara de felicidade dos corredores é a prova, en el km 7 despedimos a Estrella, suena Adios, adiós. Santi y yo llegamos al 10 en 58´ una banda de música nos recibe, también el calor toma protagonismo y empieza el trasiego de ambulancias.  Dos km más adelante, empiezo a estar fatigado de verdad, ni siquiera  Pisa el acelerador  me motiva , Santi empieza a cogerme distancia y le pierdo. Los puntos de avituallamiento me parecen inalcanzables, cuando llego a uno repito el ritual, dos botellas de agua una para la boca y otra para el cuerpo, antes del próximo ya estoy seco por dentro y por fuera.

No sé como he podido llegar al km 18, es la primera referencia de paso que veo desde el 13, las amóulancias no paran, o calor está a cobrar-se suas vítimas. Outro corredor jaz no solo assistido pelos médicos. Terminaré la carrera y me preguntarán si he visto a los nuestros, o aquel monumento, una escuadra de paracaidistas ... Yo no he visto a nadie, sólo dos playeras, las mías.  

Observo el suelo rojo y blando, solamente puede ser … Si estoy atravesando el control de chip de la llegada, Sabina entona Yo me bajo en Atocha. Levanto los ojos  y empiezo a ver, la multitud, más de 15.000 personas animando, el majestuoso convento de los Jerónimos al fondo y una valla para apoyarme, bendita valla.

Bajo el arco de llegada, espero a que llegue Estrella, que espectáculo ... no tendría que estar muy deshidratado, porque empecé a llorar (Dicen que hay gente que va a los aeropuertos a emocionarse con los reencuentros de personas ajenas a ellos, simplemente para llorar) yo voy a las medias maratones.

Santi cruzó la meta en 1:58 después entramos Clara y yo Sandra y Estrella. Running Rivas había terminado su primera carrera internacional, el camino estaba  abierto.

Por la tarde más turismo, otros giros prohibidos, y sesiones de hidratación. Volviendo al hotel a eso de las 24 h una fuerza inexplicable empujó a los de Paracuellos hacia una puerta por donde se escuchaba el I want go home- Boney M, el Bar de Pedro, donde el karaoke se canta con megáfono. Permanecieron atrapados hasta que cortaron la corriente eléctrica, a eso de las 3 de la mañana, pero esta es otra historia que tendrá que ser contada en otra ocasión.