En un lugar de la Mancha ...

En un lugar de la Mancha vigilado desde una loma por un arcángel y en donde se fermenta el caldo de las cepas salido. Valdepeñas por más señas. Distante de la capital y el señorío a más de cuarenta leguas o que es lo mismo, cinco jornadas de caballo.

Llegaron tres buenos mozos, el octavo domingo del señor del año MMXII desde la comarca del Duque de Rivas, ataviados de largas piernas y fuertes corazones dispuestos a batirse en duelo atlético con la muy Heroica Media Maratón del lugar.

La del alba sería la hora con el fresco en la cara y el sol en el torso con quietud de pensamiento y zancada sublime dispusieron doblegar las calles de la villa.

Llegados de todos los lugares, con mismo ímpetus y encomendados a San Filípides más de medio millar entre caballeros, nobles, apatrias y gente de toda condición para disputar la anhelada victoria.

Algunos desfallecían y otros molidos ante las embestidas de la Heroica retornaban a curarse las feridas.

Mas que algunos valientes donde se incluye el afamado Señor David, el valeroso Don Pedro y la fermosa Doña María Isabel, válidos de sus destrezas y con ánimos, acabaron la gesta maltrechos y pudieron poner meta a la feroz Heroica.

El primero la midió en 1:15:26 y surcó los mil pasos en 3:34 , siendo el noveno en vencerla y el primero de su quinta. El segundo la midió en 1:21:27 y surcó los mil pasos en 3:52, proclamose noveno de su quinta. La doncella la midió en 1:39:42 y surcó los mil pasos en 4:43 y obtuvo título honorífico a la cuarta veterana de las nombradas A.

Y para que las generaciones venideras tengan fe de lo que allí aconteció, redactado en este manuscrito quedan los hechos acaecidos.

Si alguien preguntara, quiénes fueron tan nobles caballeros. -Los Running Rivas-, diremos.