Pocos sitios son tan apetecibles de runnear como la Casa de Campo un domingo por la mañana. Si encima es por una buena causa, pues mejor. Segunda entrega de la Carrera contra las enfermedades raras. Buen motivo a mitad de temporada para probarse las sensaciones. Pero en nuestro caso como siempre estamos en estado permanente de "inicio de temporada", casi que diría que cada carrera es como si fuera la primera carrera y así nunca dejamos de sorprendernos a nosotros mismos.
Podríamos llevar una estrategia de carrera, con su precalentamiento, memorizados los pasos de tiempo por los kilómetros y todas esas cosas que cuentan en las revistas. Pero no, ahí estábamos, debajo del arco de salida, Santi, Estrella y yo mismo, llegando tarde después de un atasco de una hora, sin haber meado y sorprendiéndonos con la gente tan rara que corre.
Se da la salida y hacemos marca personal en 200 mts. Inmediatamente nos damos cuenta que nos quedan 4.800 mts para recuperarnos . Entonces empezamos a buscar distracciones para amortiguar la fatiga y el desánimo. (Como mola la camiseta de ese)(este árbol es de la clase...)(Pero como puede correr ese... con esa pinta).
Cuando queda como kilómetro y medio para la meta, el grupo con el que transitas, es un grupo estable, todos lleváis el mismo ritmo y con ellos llevas un buen rato. Los que iban deprisa van por delante y los que iban mas despacio, se quedaron atrás. De repente se genera un pacto de no agresión en el grupo, que nadie incremente el ritmo que lo llevamos de p.m. Y si nos ponen un contrato firmaríamos todos por llegar juntos.
Pero todo cambia cuando se ve el arco de llegada. Ahora parece que no nos conocemos, que si te he visto no me acuerdo y empiezan a esprintar como diciendo (Eh, que simplemente iba con vosotros para haceros de liebre) (pues a mí no me adelantas ni de coña) por detrás gente que no habías visto te pasan como una exhalación (joder, este ha salido detrás de un árbol). Y llegas a la meta pletórico y a los cinco minutos ya estás pensando que si hubieras llevado una estrategia hubiera sido la carrera más rápida. Pero que narices, ya habrá otras carreras para seguir sorprendiéndonos.
Para las estadísticas, decir que Estrella marco el puesto 11 en su categoría de 157. Santi rebajó más de dos minutos su registro anterior y yo catalogué más de 15 especies arbóreas durante el recorrido. SORPRENDENTE
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